jueves, 15 de octubre de 2009

LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION EN LA ETAPA DE FORMACION DEL ESTADO MEXICANO
María Teresa Yuren Camarena.
REPORTE DE LECTURA




Ing. Carlos Alberto Vargas Rodríguez.
Ing. Joel Vargas Rodríguez.
Ing. Lizbeth Jaqueline Báez Jiménez
Lic. Rosario Guadalupe Reyes Martínez




Mtro. Raúl Adrian Martínez Vásquez.
03 de octubre del 2009.
EL PROYECTO ILUSTRADO: RUPTURA CON LA FILOSOFIA DE LA EDUCACIÓN COLONIAL.

La autonomía como criterio axiológico

Para Kant, la ilustración manifestaba el momento en que la humanidad había dejado de ser menor de edad. Rousseau, en el contrato social lo expresó como “una forma de asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por lo cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca libre como antes. Gracias al pacto social todos se obligan bajo las mismas condiciones y todos gozan de idénticos derechos”.
Rousseau, quien consideraba a la “conciencia” como única condición de posibilidad de la autonomía, y como en el caso de Kant, para quien la autonomía constituía la condición formal de los actos morales y, a su vez, estaba condicionada por la razón práctica. En las clases dominantes se aprecian diversas fracciones con intereses contrapuestos.
La alianza de estas fracciones fue la base del dominio colonial., por lo que su ruptura constituyó uno de los elementos fundamentales de la revolución de 1810.
Los bloques que se disputaban el poder son:
a).- la “reacción colonialista”, que incluye a la alta burocracia virreinal, a los grandes comerciantes y a un sector privilegiado del alto clero; b).- la corriente conservadora cuyo núcleo principal lo compone la “aristocracia criolla”, y un sector del clero con intereses ligados al desarrollo de esa aristocracia; c).- la corriente liberal cuya base social es la pequeña burguesía urbana, y algunos sectores de la burguesía, y d).- la corriente popular revolucionaria.
La autonomía con respecto de la corona significó una amenaza para la “reacción colonialista” cuya hegemonía estaba ligada a la dependencia de la nueva España.
Si bien los conservadores se mantuvieron siempre opuestos a los intereses de las masas populares, la situación del grupo liberal no fue tan clara, pues vaciló constantemente entre las posiciones conservadoras y la revolución popular.
Al responder al llamado de Hidalgo las clases trabajadoras buscaban una salida a su dolorosa situación, y trocaban la exasperación y la desesperanza en una posibilidad de transformar la sociedad. Carecían de un plan perfectamente trazado y de un programa político pero no carecían de proyecto. Este era el más revolucionario de todos, aunque no fuese plenamente consciente ni se apoyara en una teoría hecha: consistía en revocar la situación de opresión y de explotación a la que estaban sometidos; en subvertir el orden desigual de la sociedad colonial.
La educación en la nueva España (especialmente la educación superior) era, ya desde finales del siglo XVIII, un eco de la educación ilustrada europea. El rasgo característico de este modelo consistía-como indica Tanck- en la confianza en la potencialidad de la razón humana. Se creía firmemente pues, que sin ilustración no había libertad y que, a su vez, esta era condición de la felicidad de los miembros de la sociedad.
El concepto de educación vuelve a adquirir un sentido liberal en el Plan de la Constitución política de la nación mexicana (mayo de 1823) que, aunque no fue discutido por el Congreso, influyó en la constitución de 1824. En este ordenamiento, que quedó a nivel de proyecto, se establecía: “ la ilustración es el origen de todo bien individual y social”. Se considera a la educación como un medio para vencer las dificultades que implica forjar una nación.
Proclamada la independencia, la reacción colonialista desapareció de la es-cena, así nada se opuso a que el organismo creado para ocuparse de la educación iniciara sus funciones con el firme propósito de “propagar las luces” y formulara un Proyecto de Reglamento general de instrucción pública (dic. De 1823). El plan de 1826 agregaba algunos aspectos de particular importancia que mostraban ya los rasgos de un nuevo orden. Un nuevo plan en 1827 da mas claridad a lo esperado del proceso alfabetizador: quien sabe leer y escribir “se dispone a tomar la ilustración necesaria para gobernarse a si mismo…”
Alamán, quien se hizo cargo de la educación en 1829 considero que los planes anteriores contenían elementos innecesarios, por lo que promovió una reforma educativa bajo el signo de “quitar lo superfluo y establecer lo necesario”.
La autonomía, entendida ya sea como concepto ético, ya sea como concepto político, se manifestó como el criterio axiológico del proyecto educativo del periodo comprendido entre 1810 y 1833.
El proyecto liberal salió a la luz pública y hubieron de utilizarse mecanismos mistificadores para que fuese aceptado, pese a sus límites. El proyecto conserva-dor no se legitimó, sin embargo se aplicó con mayor efectividad que el liberal. El proyecto popular revolucionario, aunque se mantuvo como exigencia radical no cumplida, aportó un criterio axiológico cuya validez dialéctica es innegable: la autonomía entendida como autodeterminación, como emancipación, como equidad, como revocación de las relaciones sociales enajenadas.
En consecuencia, si del proyecto liberal ilustrado no podríamos rescatar el concepto de educación que contiene, del criterio axiológico no podemos decir lo mismo.
Con todo el proyecto ilustrado tiene el mérito innegable de haberse organiza-do en torno a un criterio cuya potencialidad axiológica es inmensa, pues solo bajo el signo de la autonomía, entendida como emancipación, el proceso educativo puede convertirse en praxis educativa y alimentar la praxis social.

EL CONCEPTO DE EDUCACIÓN

Las diversas presencias teóricas e ideológicas en el proyecto de educación pública vigente en el periodo que va de 1867 a 1910, también se manifestaron cuando se trató de definir lo que la educación debía ser. Se definió a la educación como un proceso de formación, ya fuese moral o cívica, ambas cosas, o estos y otros tipos de desarrollo que se llamó formación integral. Los positivistas, concibieron a la educación como; educación completa, entendiéndose en primer lugar como un proceso en el cual el educando aprendiese a vincular la teoría y la práctica; en segundo lugar, como el modo de acceder a “todos los posibles rincones de la conciencia”.
Para Pestalozzi la educación integral consiste en:
Desarrollar y el cultivar las facultades y las disposiciones del corazón, del espíritu y del poder del hombre, de acuerdo con la naturaleza y su florecimiento en la medida en que armoniza con esas leyes eternas.
La educación científica resultaba de la aplicación del método positivo; el cual se basaba en evidencias y no en simpatías o antipatías. Era la que podía decidir el camino que la humanidad debía seguir para su progreso.
La obra del pedagogo mexicano Pedro de Alcántara García, reprodujo bajo el título de teoría y práctica de la educación y la enseñanza, que la educación debía ser física, intelectual y moral, y la enseñanza que era medio para cultivar las diversas facultades, debía ser: adecuada, gradual, progresiva, cíclica, armónica, integral, enciclopédica, sinóptica, agradable, atractiva, práctica y racional. Para el programa de la Academia Normal de Orizaba, la educación consistía en la influencia ejercida por adultos en niños y se basaba en dos tipos de educación: la racional y la espontánea.
Respecto al educador la educación consistía en un cultivo, pero respecto al educando la educación se entendía como desarrollo. Así lo definió el maestro Carlos A. Carrillo: el aprendizaje tiene un fin inmediato y evidente.
Así la educación se entendió como el desarrollo del individuo.

RACIONALIDAD Y LIMETES DE LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN DEL PRIMER ESTADO NACIONAL.

LOS LÍMITES DE LA VALIDEZ DEL PROYECTO DEL “ORDEN Y PROGRESO”

Consideremos que la educación tiene como finalidad el desarrollo de los individuos. Para esto se creó el proyecto educativo del Primer Estado Nacional que proponía:
El principio de uniformidad, el cual se vinculó con el carácter popular y la educación; y buscaba crear un fondo común de verdades y de promover actitudes iguales y buscaban lograrlo por medio de la demostración. Sin embargo la educación uniforme lleva consigo una limitación, el aprendizaje no puede ser igual para todos, puesto que cada uno tiene su ritmo, forma de organización y manera de captar contenidos.
La validez del proyecto Educativo del Primer Estado Nacional se vio limitado debido a que no presentó viabilidad.

EL PROYECTO EDUCACIONAL Y LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS


Para que pudiera llevarse a la práctica el proyecto Educativo del Primer Estado Nacional, sería necesario que tuviera una racional teórica: en primer lugar que los enunciados no fueran incompatibles con los conocimientos científicos y en segundo que no hubiera contradicciones.

LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN DEL ESTADO NACIONAL SURGIDO DE LA REVOLUCIÓN MÉXICANA


EL CRITERIO AXIOLÓGICO Y EL CONCEPTO DE EDUCACIÓN


EL SEGUNDO ESTADO NACIONAL Y SUS PROYECTOS EDUCATIVOS


El proyecto denominado Segundo Estado nacional, surgió de las cenizas del anterior mediante un proceso de reconstrucción. De este se desprenden dos proyectos educativos, que presentaban las siguientes características: se expresan en lenguaje populista o liberal, revelan la función de la cultura y manifiestan el equilibrio del compromiso.


LA JUSTICIA SOCIAL COMO CRITERIO AXIOLÓGICO (1910-1940)


En este periodo se hablaba de la educación del espíritu, la cual contribuía a aumentar la capacidad productora y potenciar a los que se dedicaban a estudiar, la escuela no debía adaptar al alumno al medio en que vivía puesto que los enseñaba a vivir en la sumisión, la escuela debía ser una sumisión en la vida.
Vasconcelos decía que la enseñanza fundamental es: la destreza, la práctica del entusiasmo y la búsqueda del absoluto.
Durante este periodo se decía que las escuelas debían operar como focos de rendición material y espiritual, como centros en los que se haría efectiva la revolución.


EL DESARROLLO COMO CRITERIO AXIOLÓGICO (1941-1982)


La educación socialista buscaba inculcar en los educandos conceptos de solidaridad con la finalidad de disminuir la desigualdad económica y social.
Debía constituirse a la educación como un factor de desarrollo económico y servir como mecanismo de transformación social.
Solana: hace dos afirmaciones; la primera dice que la educación no es solo objeto del desarrollo mismo, pues sirve para elevar la calidad de vida, la segunda que los conceptos de desarrollo son complementarios y que corresponden con el espíritu que ha inspirado la tarea educativa de México en las décadas pasadas.

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