jueves, 15 de octubre de 2009

PROBLEMÁTICA DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO A TRAVES DEL TIEMPO


El objetivo principal de un proyecto es resolver en forma organizada y planificada, un problema previamente identificado en la realidad, aprovechando para ello los recursos disponibles y respetando ciertas restricciones impuestas por la tarea a desarrollar y por el contexto. En el caso que se describe más adelante sobre la “problemática de la educación en México a través del tiempo” se refiere a los proyectos educativos posrevolucionarios y a los aparatos ideológicos del estado. Se hace un análisis crítico en la praxis educativa racional haciendo la reflexión de que el fin último dentro de un contexto axiológico universalizable es la riqueza social.
Se hace hincapié en los diferentes gobiernos sexenales después de la revolución Mexicana con respecto a la problemática educativa en cada uno de los gobiernos hasta la actualidad. La educación en México ha tenido un sinnúmero de variantes por la influencia de modelos de otros países, diferentes corrientes de pensamiento y grupos conservadores que hasta la fecha han estado en contra de los verdaderos cambios transformadores -por así convenirle a sus intereses-, sin dejar de mencionar al clero, que con la influencia que sostiene con las masas por sus creencias religiosas, ha sido parte importante en la transmisión de la cultura en nuestra nación.
El fracaso educativo en México es una realidad, derivada de factores que se heredan y se entrelazan en el tiempo, cometiendo como binomio sociedad gobierno, los mismos errores una y otra vez y aparentemente sin una planeación reflexiva; según los cronistas de la conquista, los diversos grupos indígenas que habitaban en Mesoamérica antes de la llegada de los españoles, atendían el problema de la educación de sus niños y jóvenes con gran diligencia[1], siendo así, uno de los primeros errores que se pueden comentar es el hecho de que al inicio de la educación en México esta no era inclusiva, ya que tenía como fin erradicar las ideas y costumbres nativas, oponiéndose a la cultura y causando de primera impresión rechazo por parte de la población a ser educada.
A todos los gobernantes del país les ha preocupado en mayor o menor medida el problema de la educación en México, las soluciones han sido diversas y se prestan a ser comentadas, el primer paso real después de la revolución fue la creación de la SEP en 1921; y la educación siguió el paso del tiempo, si bien desde 1865 el llamado “Benemérito de las Américas” con su visión futurista de la política nacional puso en papel las características principales de la educación: laica, gratuita y obligatoria, no fue sino hasta Vasconcelos, quien se percata que el artículo 3º era letra muerta, y se hicieron los primeros intentos “modernos” por educar a la población, posteriormente, en 1934 lázaro cárdenas, fue quien finalmente aplica las leyes de reforma, causando el rechazo de ciertos sectores conservadores de la población.
Lázaro Cárdenas con un enfoque nacionalista sentó las bases de la economía e impulso una educación socialista apoyado por las ideas de aplicar el marxismo en América, sin embargo, el clero y el fanatismo religioso de gran parte de la población “educada” lograron que la política de Lázaro Cárdenas fuera más efectiva en lo referente al campo e industria, pero es indudable que fue el inicio de las tendencias educativas nacionalistas actuales.
Para 1944 gracias a Torres Bodet[2] la exigencia en servicios educativos logra reducir el índice de analfabetismo al 50%, redacta el texto actual del artículo tercero que fue aprobado en 1946, es el primero en notar que no solo hacen falta escuelas, si no también maestros capaces, que cubrieran la demanda a nivel nacional. La educación se orientó al desarrollo industrializador, a la promoción de la escuela rural y a la enseñanza técnica. Finalmente el resultado de todas estas políticas dieron forma al coloquialmente llamado “plan de 11 años” que es sin lugar a dudas el primer instrumento oficial del sistema educativo mexicano.
El plan era el instrumento con el cual el gobierno se programaba para atender al término de los 11 años al 100% de la población en educación primaria, para lo cual tendría que contratar a 51,000 profesores y construir 40,000 aulas de las cuales mas de 27 serian de naturaleza rural, se creo la “comisión nacional de libros de texto gratuitos”, se favoreció la ampliación de turnos, se construyeron escuelas y se dedico tiempo y esfuerzo a la formación de docentes que mejoraran la calidad de la enseñanza.
La crisis mundial de la educación repercutió en México con el movimiento estudiantil de 1968, en el que se demandaban reformas educativas, sociales y políticos.
Se crea el consejo nacional de ciencia y tecnología (CONACYT) y el consejo nacional de fomento educativo (CONAFE) que desempeñaría un papel primordial en el periodo de 1978-1982[3]
A pesar de los esfuerzos el plan no cumplió con las expectativas marcadas siendo hasta 10 años después que se logran los objetivos (1980). Pero antes de eso aparece en 1973 la ley federal de educación, la cual pretendió establecer las libertades del gobierno federal en materia educativa, durante este período se logra un pequeño repunte en el desarrollo educativo del país, se fundan instituciones y se aprueban leyes a favor de la cultura, pero a pesar de todo solo 42 de cada 100 niños lograban acabar la primaria seis años después de haber ingresado.
Con el fin de aumentar la eficiencia terminal, en la década de los 80s se aumentó el número de maestros para lograr que las escuelas ofrecieran los seis grados, así también se redujeron las escuelas unitarias, a todo este impulso siguieron la inserción de tecnologías, que cargadas de antiguas fallas administrativas y métodos corruptos, hacen su aparición los sistemas telesecundaria (ya desde algunos años, pero en ese momento toman fuerza) y también los telebachilleratos, que a la postre se convertirían en una fuente importante de egresados de educación media superior.
Pero la explosión demográfica avanza mas rápidamente que la educación, así que para 1981 se funda el INEA que tiene como principal objetivo reducir el analfabetismo en las personas adultas.
Los 80s estuvieron llenos de buena voluntad, se crea la UPN que inició con el programa de Licenciatura en Educación Básica que se fragmentó en tres: las de preescolar, primaria y secundaria. La SEP delegó casi toda su responsabilidad ejecutiva al comité ejecutivo nacional (CEN) del SNTE, que realizó el proceso de descentralización educativa instaurándose Delegaciones Estatales de Educación Pública. Se decidió que la educación preescolar, primaria y secundaria se clasificaría como básica, a pesar de todo la década de los 80s no fue solo una década perdida para la educación nacional, si no un lamentable retroceso.
En general en los 90s se pensó que la educación básica impulsaría la capacidad productiva de una sociedad y mejoraría sus instituciones económicas, sociales, políticas y científicas, para fortalecer la unidad nacional y consolidar la cohesión social, se considero que una educación básica de buen nivel generaría niveles más altos de empleo, mayor productividad agrícola e industrial y mejores condiciones sociales de alimentación y salud.
Con Fox se inician las reformas curriculares mal llamadas integrales, en los diferentes niveles educativos, al tomar conciencia del nivel de atraso en que se encontraba la educación de México, arrastrándonos a la situación actual en que se encuentra la educación contemporánea, plagada de reformas al vapor que la base de profesores no alcanzan a comprender y mucho menos a aplicar, el programa sectorial de Calderón tiene como objetivo expresado lograr: la igualdad de oportunidades, contribuir a la consolidación de una economía competitiva y generadora de empleos y contribuir a lograr un país seguro, limpio, justo y ordenado.
Algunos sectores, no necesariamente los mismos de la sociedad mexicana han sido cómplices del fracaso de prácticamente todos los modelos educativos en México, en el transcurso de la historia se han implementado diversos programas para abatir el rezago, han ocurrido cambios ideológicos pero no han servido de mucho ante una sociedad anestesiada por necesidades apremiantes que relegan a la educación a un segundo o tercer plano, ya que la pobreza e implícita la ignorancia han sido aliados de los políticos y los ricos en la explotación del hombre por el hombre. La educación en México debe surgir de un movimiento magisterial producto de la bases no despreciando el trabajo intelectual de la élite pedagógica, pero estos solamente tienen que actuar como guías de una necesidad social como es la educativa. Debemos dejar de ser los brazos del sistema educativo cupular ejecutando programas de escritorio, sin estar acordes a la realidad que se vive en las aulas y convertirnos en los instructores y formadores de las futuras generaciones.
Que los programas se mantengan a pesar de los cambios de gobierno para darle continuidad a una educación formal. Y que los niveles educativos sean transversales, desarrollando aprendizajes significativos para el logro de competencias que impacten positivamente en la vida de los futuros profesionistas. Esto no se ha cumplido ya que el país nunca ha tenido necesidad de utilizar los recursos humanos como generadores de riqueza. Los planes de estudio deben partir de esta premisa para lograr un desarrollo sustentable.

[1] Juan Prawda
[2] Scribd.com/doc/16999804
[3] Castillo Rosas Adriana 2008

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